CONSEJOS DE ESCRITURA

Escritura terapéutica: las páginas matutinas

Estoy segura de que has escrito un diario alguna vez en tu vida. Era un amigo de papel al que contarle las anécdotas que te habían ocurrido a lo largo del día, tus preocupaciones o tus ilusiones. También era un lugar donde verter cotilleos y secretos, donde expresar en libertad tus filias y tus fobias. 

Cuando terminabas de volcar tus pensamientos en él, te sentías mejor. Escribir, al fin y al cabo, es una forma de terapia. Además, desarrollar tus problemas en un folio te obliga a reflexionar sobre ellos y te permite vislumbrar soluciones que, de otro modo, se perderían en el enjambre de ideas de tu mente. 

Hoy quiero proponerte un tipo de escritura terapéutica similar al diario, pero que tiene una serie de características particulares: se trata de las páginas matutinas, término acuñado por Julia Cameron en El camino del artista.  

En palabras de la autora, las páginas matutinas «son simplemente tres páginas manuscritas de estricto flujo de conciencia», es decir, de darte permiso para escribir lo primero que se te ocurra, para saltar de un tema a otro sin previo aviso y para no prestar atención a la gramática y la puntuación. 

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Lo más importante de este ejercicio es que escribas sin detenerte a pensar en las palabras que vas produciendo. De este modo, tu cerebro lógico no irrumpirá con su deseo de poner orden y de censurar aquellos pensamientos que le parezcan inadecuados o irrelevantes. En este sentido, la escritura de las páginas matutinas se parece a la práctica de la meditación.

El objetivo de estas páginas es desbloquear tu creatividad. Si descargas por escrito los pensamientos que pululan por tu cabeza, esta tendrá más espacio para fantasear e idear durante el resto del día. Libre de preocupaciones, tu actitud será más receptiva y recuperarás la sensación infantil de estar disfrutando del momento presente.    

Julia Cameron recomienda que cumplas con el ritual de las páginas matutinas nada más levantarte y durante un período de al menos 8 semanas. Yo, en cambio, creo que para cogerle el gusto a esta tarea no viene mal un poco de flexibilidad: no pasa nada si en lugar de tres páginas escribes una o cinco, o si realizas la actividad en un horario que te resulte más apetecible.

Tampoco tienes por qué dedicarte a ello todos los días, ni durante un período limitado, aunque puede ser interesante descubrir qué efectos terapéuticos provoca en ti este tipo de rutina. 

Ahora te toca hablar a ti: ¿has empleado alguna vez la escritura como terapia? ¿Te animarías a probar con las páginas matutinas? Si es así, ¡no dudes en contarme tu experiencia! 🙂

9 comentarios en “Escritura terapéutica: las páginas matutinas”

  1. ¡Huy! que con twitter me manejo fatal. Sólo quería decirte que efectivamente las práctico desde hace tiempo y que me parece que el libro de Julia Cameron está requetebien para sacudirse según que complejos y soltarse, soltarse. Da igual si las hacer por la mañana o la tarde, suele ser más cómodo por la mañana, porque abordas el resto de actividades con otro asiento (tal vez esté un poco pertubada y no me di cuenta todavía). Besitos y enhorabuena una vez más por el blog. Besos

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    1. ¡Hola, Anabel! 🙂

      Sí, del libro de Julia Cameron me quedo con eso y con las «citas con el artista», que también me parecen una gran idea.

      Yo las he puesto en práctica alguna vez aislada, pero más adelante me gustaría probar a ver qué tal me funcionan durante una temporadita. 🙂

      Un beso y mil gracias por tu comentario.

      Iraide

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    1. ¡Hola, David!

      Jejeje, el metro es uno de los grandes depósitos de tiempo para leer o escribir, siempre que el traqueteo no sea muy molesto y que no te venza el sueño. 🙂 Ya me contarás qué tal.

      Un abrazo.

      Iraide

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