La propuesta de hoy gira en torno a una palabra que mira al futuro: los planes. Como se acercan los meses de vacaciones, se me ha ocurrido sugerirte una serie de ideas que podrían inspirarte una historia basada en esa costumbre humana de ilusionarnos con nuevos objetivos y metas.
1. Piensa en una historia en la que el hecho de que un plan falle alegra al protagonista, y trata de indagar en los motivos por los que se siente contento.
2. Imagina un personaje que haya planificado todas las horas de su semana sin dejar ningún momento libre para la improvisación. ¿Cuál es el resultado? ¿Hace todo lo que se había propuesto? Si te atreves, cuéntalo desde el punto de vista de su agenda.
3. Relata un plan que salga a la perfección pero deje triste al personaje. ¿Qué es lo que ha sucedido?
4. Narra los detalles de un plan muy arriesgado y su desenlace, sea positivo, negativo o sorprendente.
5. Inventa una historia cuyos personajes tracen el plan más estúpido posible hacia un objetivo, y cuenta después cómo les va.
¿Qué te parecen estas ideas? ¿Se te ocurre alguna otra? ¡Te espero el domingo con un nuevo artículo! 😀
Me gusta la propuesta 🙂 me ha parecido que el último punto puede dar algo divertido, sobre todo si, pese a lo estúpido del plan, por una serie de casualidades mezcladas con dicho plan al final consiguen su objetivo.
Me gusta mucho tu blog, Iraide!
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¡Hola, Isabel! 😀 Sí, si además el plan les sale bien sería brutal, me recordaría a las comedias que tanto me divierten, en las que se enlaza un despropósito con el siguiente.
Muchas gracias por pasarte y me alegro de que te guste el blog, ¡no sabes la ilusión que hacen estos comentarios de buena mañana! 🙂
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