Pueblos y ciudades se han llenado de supermercados, esas grandes superficies llenas de estantes en las que hacemos la compra semana sí, semana también.
Hoy me gustaría detenerme en ellas para mirarlas desde un punto de vista distinto a través de las siguientes propuestas de escritura:
1. Piensa en un personaje que llega a un supermercado y se lo encuentra vacío. No hay en él gente, ni productos. ¿Qué es lo que ha sucedido? ¿Por qué está en ese estado?
2. Escribe un relato ambientado en un mundo sin supermercados. ¿Cómo es? ¿Cómo está organizado? ¿Cómo se siente la gente, más o menos feliz?
3. Narra la historia de una gran superficie en la que solo haya un producto: solo papel de aluminio, o melocotones… ¿En qué clase de mundo puede ocurrir esto? ¿Cómo son los compradores de ese lugar?
4. Cuenta un relato ambientado en un supermercado robótico. ¿Tal vez te ofrece los productos que te puedan gustar? ¿O te obliga a seguir una dieta determinada? ¿O se dedica a tomarte el pelo y te cobra más de lo debido?
5. ¿Cómo sería un súper en el que las personas estuvieran en venta y los alimentos fueran los compradores? ¿Podrías darle vida a través de un cuento?
Todas estas opciones son voluntarias, ¡puedes plantear la historia de la forma que quieras! 🙂 A modo de reto, ¿te animarías a escribirla en menos de 400 palabras? Puedes poner el enlace a la misma en la sección de comentarios de este artículo. 🙂
¡Que buenas ideas! Creo que probaré con alguna. Veremos qué pasa. 😉
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¡Me alegro de que te gusten, Carla! Estaré encantada de leer tu propuesta.
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