Hoy te invito a ponerte el delantal, colocarte ante los fogones de la escritura y ejercer de chef, ¿te animas?
La propuesta es muy sencilla: preparar una apetitosa receta literaria. Solo tienes que inventar los ingredientes, calcular las cantidades a ojo de buen cubero y echarle imaginación al procedimiento.
Pero receta… ¿Receta de qué? De lo que quieras: puedes mostrarme cómo se prepara una tarta de ilusiones, un filete de preocupaciones empanadas, los condimentos con los que se debe adornar un día redondo o cuáles son las cantidades de diccionario y autocorrector que hay que echarle a un texto sin faltas de ortografía.
Si te sirve de inspiración, puedes echarle un vistazo a este artículo que publiqué en «Té y Letras», mi blog personal.
Como siempre, te invito a publicar el enlace a tu texto en la sección de comentarios, ¡estaré encantada de leerte!
Te espero el domingo con más y mejor. ¡Que pases un estupendo jueves! 😀