¡Hola, amante de las palabras! Llega septiembre y las propuestas de escritura vuelven a tener lugar los jueves. ¿Te apetece ponerte en marcha con la de esta semana? Allá va:
Esta vez te propongo que el elemento principal de tu historia sea, como diría Daniel Diges, algo pequeñito o chiquitito, algo minúsculo que tenga una importancia capital en el relato que vas a desarrollar.
Para ayudarte, he aquí una serie de sugerencias:
- Se trata de un objeto tan enano que se ha perdido y que tu protagonista debe encontrar a toda costa: un anillo de compromiso, un pen-drive cargado de documentos importantísimos, una foto de carnet…
- Puedes escoger algo más abstracto, como una palabra que tu personaje principal tiene en la punta de la lengua, un pensamiento escurridizo que quiere atrapar o un sueño que intenta recordar.
- También puedes decantarte por el ámbito científico, plagado de elementos de tamaño microscópico: moléculas, células, átomos, electrones…
- Ese algo minúsculo puede ser un lugar que no se encuentre en los mapas debido a su insignificante tamaño, un recoveco o pasadizo que solo tu protagonista conoce, una puerta secreta que conduce a otra dimensión o una llave que abre un cofre misterioso. ¡No pongas límites a tu imaginación!
- ¿Y si lo que pasa es que tu protagonista se topa con alguien diminuto que habita en una caja de cerrillas o en la maqueta de una ciudad? ¿Qué tipo de relación establecen? ¿Qué aventuras les esperan?
Estas son solo ideas para poner tu imaginación en marcha, pero puedes construir tu historia a partir de lo que se te ocurra.
¡Que la inspiración te acompañe! 🙂