TALLER DE ESCRITURA

Taller de escritura: Entrevista a una fruta

¡Hola, amante de las palabras!

La propuesta creativa de hoy viene fresca y colorida cual macedonia, así que haz acopio de vitaminas y pon en marcha los resortes de tu imaginación. 

Esta vez te sugiero que te transformes en periodista y prepares las preguntas de la entrevista que le realizarías a una fruta, así como las respuestas que esta te daría.

Me da igual que escojas una sandía, una granada o una chirimoya, ¡puedes elegir la que más te apetezca, y comértela cuando hayas terminado con el ejercicio! 😀

Por si necesitas un poco de ayuda para arrancar, aquí va un fragmento de la entrevista que he mantenido con un limón un tanto amargado:

Pregunta: Estimado señor limón, ¿tiene usted alguna enfermedad?

Respuesta: La verdad es que sí, padezco de acidez. Es por culpa de los huesecillos que pueblan mis rodajas.

Pregunta: ¿Le gusta su trabajo?

Respuesta: Pues oiga, no. A nadie le agrada ser exprimido para acabar después arrugado en una nevera solitaria.

Pregunta: Señor limón, le noto a usted un tanto sarcástico.

Respuesta: No es sarcasmo, es humor ácido.

Pregunta: Señor limón, ¿qué opina de las naranjas?

Respuesta: Que están sobrevaloradas. No paran de contratarlas para el tema de los zumos. Donde esté una limonada, que se quite lo demás.

 

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Taller de escritura: Al escondite inglés

¡Hola, amante de las palabras!

Hoy te propongo que juguemos al escondite a través de la escritura, ¿te animas? Aquí te ofrezco 7 posibilidades para que escojas entre ellas o escribas la que a ti te apetezca.

  1. Redacta un microrrelato de 140 caracteres que incluya la palabra “escondite”.
  2. Escribe un relato de entre 300 y 500 palabras en el que aparezca el escondite más peculiar que puedas inventar.
  3. Narra en un máximo de 1000 palabras la historia de un objeto que lleva mucho tiempo escondido a modo de monólogo interior.
  4. Escribe un cuento (de la extensión que tú quieras) en el que tu protagonista deba esconder sus pensamientos.
  5. Desarrolla una historia en la que aparezca el juego del escondite pero con las reglas cambiadas.
  6. Imagina que tu personaje principal logra acceder a su subconsciente. ¿Qué es lo que encuentra ahí escondido? ¿De qué forma están representados los pensamientos y las emociones? Construye una narración con lo que se te haya ocurrido.
  7. Crea un relato que tenga lugar en un país oculto a los mapas.

¿Qué te parecen? ¿Te están entrando ganas de alborotar con tus ideas?

Si es así, arrebújate en tu sillón o sofá favorito, ¡y a darle vueltas a tu historia cual lavadora en pleno centrifugado! 🙂

¡Feliz palabreo!

CONSEJOS DE ESCRITURA, TALLER DE ESCRITURA

Taller de escritura: Las ideas

¡Hola, amante de las palabras!

La propuesta de escritura de hoy tiene por tema las ideas, esos tesoros de la inspiración que nos ayudan a crear magníficos artículos o historias.

Hoy ellas quieren ser las protagonistas de tu relato, así que habrá que permitírselo para empezar el año con buen pie.

Como siempre, te traigo una serie de sugerencias para alimentar a tus musas:

  1. Tu protagonista tiene una idea que no quiere compartir con nadie: ¿Qué se le habrá ocurrido? ¿Por qué tanto secretismo? ¿A quién afecta esa idea? ¿Pretenderá cometer alguna fechoría?
  2. Tu personaje principal nunca tiene ideas, y las necesita con urgencia: ¿Qué hará para resolver este problemilla? ¿Le saldrá bien?
  3. Tu protagonista ha concebido una idea malísima o absurda, que sin embargo se aplaudida por los demás: ¿De qué idea se trata? ¿A qué se debe tan magnífico resultado?
  4. Tu héroe ha tenido una idea magnífica: ¿Tiene una buena acogida? ¿Qué consecuencias acarrea?
  5. Tu personaje tiene “ideatitis aguda”: No para de producir ideas y no le da tiempo a analizarlas. ¿Cómo cura esta locura?
  6. Las ideas de tu protagonista cobran forma, se hacen materiales: ¿Cómo son? ¿Qué hace con ellas?
  7. Las ideas pululan por el mundo pero buscan una mente que las acoja: ¿Qué hacen para llamar su atención?

Hasta aquí mi lista de ideas, valga la redundancia. Puedes usarla si te apetece o recurrir a tus ocurrencias. En cualquier caso, ¡feliz escritura! 🙂

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El juego de los 50 símiles

¡Hola, amante de las palabras!

Seguro que tú también estás hasta el gorro de oír frases de este tipo: «sus ojos eran negros como el carbón», «sus dientes eran blancos como perlas», «era largo como un día sin pan»…

De tan manidas pierden su encanto, ¿verdad? Las comparaciones son odiosas, sobre todo si se repiten como el ajo (otra expresión típica).

Por eso, hoy te propongo crear símiles un poco más originales que los que he mencionado. ¿Te animas?

Para ello, te voy a proponer 10 inicios, y tu misión es encontrar 5 finales… ¡Para cada uno de ellos! Así, lograrás un total de 50 comparaciones.

Es probable que al principio se te ocurran las respuestas más evidentes, pero después tendrás que estrujarte la mollera para dar con aquellas que se salgan del esquema habitual. ¿Qué te parece?

Aquí van mis principios:

  1. «Estaba tan mareado como…» (Sugerencia: «…el agua que se escurre por el desagüe»).
  2. «Estaba tan cansada como…» (Sugerencia: «…la suela de un zapato»)
  3. «Era tan lista como…» (Sugerencia: «…una bolsa biodegradable»)
  4. «Era tan valiente como…» (Sugerencia: «…la primavera en el Ártico»)
  5. «Era tan veloz como…» (Sugerencia: «…el gasto por Navidad»)
  6. «Era tan lento como…» (Sugerencia: «…la digestión del día de Año Nuevo»)
  7. «Era tan sonriente como…» (Sugerencia: «…una rodaja de sandía»)
  8. «Era tan despistada como…» (Sugerencia: «…un semáforo que no funciona»)
  9. «Era tan exigente como…» (Sugerencia: «…una señal de STOP»)
  10. «Era tan sorprendente como…» (Sugerencia: «…un día bisiesto»)

Si quieres, puedes escribir tus ocurrencias en la sección de comentarios.

¡Feliz palabreo! 😀

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Propuesta de escritura: Manual de instrucciones

Desde el advenimiento de Ikea y sus muebles desmontables, leer los manuales de instrucciones se ha convertido en un mal necesario, manque nos aburra.

Sin embargo, a modo de chanza, te propongo que describas de forma detallada cómo realizar una acción que no precise de indicaciones previas porque todos sabemos llevarla a cabo sin pensar. Así lo hizo el escritor Julio Cortázar, que nos instruyó en la ardua tarea de subir una escalera

Instrucciones para subir una escalera

Si te atreves a relatar todos los pormenores de una acción cotidiana, aquí va una ristra de ideas:

  • Instrucciones para prepararse un bocadillo: «Pan con pan, comida de tontos». Algo rico hay que colocar en medio para darle vidilla, saber zamparlo a mordiscos pero sin dejarlo todo perdido de migas y envolverlo bien si se trata de un bocata portátil. ¡Muchas cosas a tener en cuenta en tu manual!
  • Instrucciones para imprimir un documento: Parece fácil, pero a las impresoras les van los retos. Tendrás que proporcionar consejos para armarse de paciencia cuando la tinta se acaba o para contener la ira cuando das la orden de cancelar el documento pero el papel sigue manando.
  • Instrucciones para cargar una mochila escolar: Hay que meter mucha sapiencia dentro, pero no tanta que exceda el peso del niño y lo vuelque. ¿Qué más ha de saber el usuario novato? ¡Ilumínanos!
  • Instrucciones para ser vago: Tiene ciencia, no te pienses. Transportar la ropa de la cama a la silla, mezclar lo sucio y lo limpio, lucir con arte las arrugas de las camisas, dejarlo todo para el mes que viene… Los aspirantes a vagos están a la espera del protocolo a seguir.
  • Instrucciones para subir en el ascensor con el vecino: No pasará la prueba quien no sepa hablar del tiempo, quien no evite el contacto visual o quien tenga un alerón cantante. ¿Qué más instrucciones hacen falta?

¡En tus sabias manos lo dejo! 🙂

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Propuesta de escritura: Con un poco de azúcar…

Una de mis escenas favoritas de Mary Poppins es esa en la que la niñera ayuda a los niños a recoger su cuarto a base de chasquidos de dedos, gorgoritos y efectos especiales que hacen que los objetos vuelen. Lo que más me gusta de ella es el mensaje que afirma que cualquier actividad resulta más placentera «con un poco de azúcar» (hoy mismo lo he comprobado mientras planchaba al ritmo de la música). 

En la propuesta de escritura de hoy, quiero que ese azúcar se desparrame por tu historia, ya sea de forma literal o figurada. Aquí van una serie de sugerencias de te ayudarán a arrancar:

Tu historia se desarrolla en el país del azúcar: ¿Cómo es ese lugar? ¿Y sus habitantes? ¿Qué problemas vitales han de afrontar unos seres tan dulzones?

Tu relato está protagonizado por dos personajes empalagosos que se aman con vehemencia: ¿Cómo afecta ese carácter pegajoso y cansino a quienes les rodean? ¿Qué consecuencias tiene? ¿Les aguarda un final feliz, o van a correr la misma suerte que Romeo y Julieta o que Jack Dawson al final de Titanic?

Tu personaje principal vive en un mundo tristón e insípido: «Ay, qué gente más sosa y qué rutina más aburrida» es el pensamiento más recurrente de tu protagonista. ¿Qué hace para que las cosas cambien? ¿Lo logra?

Tu «prota» es adicto al dulce: Golosinas, bollos, chocolate… Da lo mismo, cualquier ingesta de glucosa es buena. ¿Qué consecuencias tiene esa debilidad por lo azucarado?

¿Se te va ocurriendo alguna idea? Coge un cuaderno, un boli, hazte con un terroncito de paciencia y a ver qué surge.

Recuerda que puedes dejar un enlace a tu texto en la sección de comentarios, o mandarlo por correo a palabritisaguda@gmail.com para colgarlo en una entrada futura. 🙂

¡Que disfrutes de la escritura, y lo siento si te han entrado ganas de comer algún manjar glaseado! 

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Propuesta de escritura: «Me ofende»

El protagonista de la propuesta de escritura de hoy se encuentra muy cabreado, airado y ofendido, y eso siempre crea problemas. He aquí una serie de ideas para que te salga una historia deliciosamente enfadada:

  • A tu personaje principal le agobian cuestiones que otras personas consideran irrelevantes. Por ejemplo, odia el ruido del metro cuando llega a la estación, o el olor a pan que sale de las panaderías, el color de los semáforos o las tiendas que anuncian artículos rebajados. En definitiva, se trata de una persona tiquismiquis y un poco neurótica que sufre mucho con esas molestias cotidianas. ¿Qué hace para que dejen de incordiarle?
  • Tu héroe se siente ofendido por otra persona e inicia con ella una discusión que cada vez se vuelve más acalorada, o más cómica, o más surrealista. ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Cómo termina ese rifirrafe?
  • A tu protagonista le ofende algo que él mismo (o ella misma) ha hecho, y se siente incapaz de perdonarse. ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Tiene alguna forma de enmendar su error?
  • Tu personaje principal es incapaz de montar en cólera por mucho que los que le rodean lo intenten, hasta que un evento logra alterarle. ¿Qué es lo que sucede?
  • Tu protagonista está hasta el gorro de enojarse porque ese sentimiento le disgusta, le hace sentir mal. ¿Encontrará el remedio para no volver a exasperarse nunca?

Como ves, la ira da lugar a todo tipo de conflictos que desean ser resueltos. Está en tu mano hacerlo con un cuaderno y un boli o con una pantalla y un teclado.

Una vez acabes tu historia, puedes poner un enlace a la misma en la sección de comentarios.

¡Ánimo y a por ello!

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Propuesta de escritura: algo minúsculo

¡Hola, amante de las palabras! Llega septiembre y las propuestas de escritura vuelven a tener lugar los jueves. ¿Te apetece ponerte en marcha con la de esta semana? Allá va:

Esta vez te propongo que el elemento principal de tu historia sea, como diría Daniel Diges, algo pequeñito o chiquitito, algo minúsculo que tenga una importancia capital en el relato que vas a desarrollar.

Para ayudarte, he aquí una serie de sugerencias:

  • Se trata de un objeto tan enano que se ha perdido y que tu protagonista debe encontrar a toda costa: un anillo de compromiso, un pen-drive cargado de documentos importantísimos, una foto de carnet…
  • Puedes escoger algo más abstracto, como una palabra que tu personaje principal tiene en la punta de la lengua, un pensamiento escurridizo que quiere atrapar o un sueño que intenta recordar.
  • También puedes decantarte por el ámbito científico, plagado de elementos de tamaño microscópico: moléculas, células, átomos, electrones…
  • Ese algo minúsculo puede ser un lugar que no se encuentre en los mapas debido a su insignificante tamaño, un recoveco o pasadizo que solo tu protagonista conoce, una puerta secreta que conduce a otra dimensión o una llave que abre un cofre misterioso. ¡No pongas límites a tu imaginación!
  • ¿Y si lo que pasa es que tu protagonista se topa con alguien diminuto que habita en una caja de cerrillas o en la maqueta de una ciudad? ¿Qué tipo de relación establecen? ¿Qué aventuras les esperan?

Estas son solo ideas para poner tu imaginación en marcha, pero puedes construir tu historia a partir de lo que se te ocurra.

¡Que la inspiración te acompañe! 🙂

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Propuesta de escritura: “¿Qué haces aquí?”

“¿Quiénes somos?” “¿De dónde venimos?” “¿Dónde narices he metido las llaves?” Son preguntas recurrentes para el género humano, sumido en el ámbito de lo trascendental.

La que yo te lanzo para que la apliques en la propuesta de escritura de esta semana es un poco más directa: “¿Qué haces aquí?”

La respuesta, la causa por la que ese sujeto o cosa están en ese preciso lugar, será el motor de tu historia, así que vamos a ver distintas maneras de enfocar tan angosta cuestión:

  1. Tu protagonista va a un sitio donde no debería estar ni por asomo, y le descubren. ¿Qué ha ido a buscar para correr semejante riesgo? ¿Va a recibir alguna multa o colleja por meter las narices donde no le incumbe?
  2. Tu personaje principal es quien lanza la pregunta. Se la puede dirigir a su antagonista, aunque eso es un tanto retórico, porque todos sabemos que ese personaje está ahí por el mero hecho de tocarle la moral al héroe (léase Javert persiguiendo a Jean Valjean en Los Miserables). También puede dirigirse a un personaje secundario algo torpón (me viene a la cabeza Catarella en las serie de novelas dedicadas al comisario Montalbano, de Andrea Camilleri) o a quienquiera que asome el hocico en ese instante.
  3. Tu protagonista se desdobla (simbólicamente) y se lo pregunta a sí mismo, cual borracho que despierta en casa ajena.
  4. La pregunta va dirigida a un objeto o animal que se creía perdido. Si este fuera un loro, probablemente te respondería asestándote un picotazo.

¿Qué te parecen las ideas? ¿Ves perfilarse una historia ya? ¡Pues agarra papel y lápiz y anota lo que se te haya ocurrido sobre la misma!

Cuando ya la tengas esbozada, arranca con el borrador, corrígela y, si quieres, deja un enlace a ella en la sección de comentarios. 🙂

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Propuesta de escritura: El segundo decisivo

En un segundo pueden pasar muchas cosas y podemos sentir una variedad de emociones enorme: pasar de la alegría a la ira, exclamar de sorpresa, gritar porque nos hemos vuelto a golpear el meñique contra la pata de la cama, evitar un accidente, enamorarnos…

Los segundos son valiosos, aunque como son cortitos y cada minuto contiene sesenta a veces les quitamos importancia. ¡No hacen lo mismo los atletistas y nadadores, para quienes hasta las décimas de segundo cuentan!

Hoy he querido homenajearlos a través de una propuesta de escritura en la que tu protagonista vivirá un segundo decisivo. ¿Qué ha ocurrido antes de ese momento? ¿Qué ocurrirá después?

Puedes narrar la historia en el orden que prefieras y emplear el punto de vista que más te plazca. Aquí tienes una serie de ideas para poner tus neuronas a borbotear:

  • El segundo premonitorio: tu protagonista ve algo (una señal, un objeto) que le indica lo que puede suceder próximamente. ¿Cómo actúa? ¿Qué emociones provoca en él o ella?
  • El segundo retrospectivo: igual que el anterior, pero al revés. 😉 Tu protagonista se topa con una persona, un objeto o una situación que le recuerda hechos pasados. ¿Cómo se siente? ¿Hace algo a consecuencia de ese segundo?
  • El segundo sorprendido: de pronto, sucede algo que cambia el orden predecible de los acontecimientos. Seguro que te ha ocurrido cuando te ibas a dar una ducha y el agua, de pronto, ha salido fría. O cuando tenías que salir a la pizarra y justo ha sonado la alarma que indicaba el cambio de clase.
  • El segundo introspectivo: tu personaje principal se da cuenta de un hecho que le hace reflexionar sobre una situación o sobre sí mismo. Esto suele suceder ante un estímulo que puede estar vinculado de forma tangencial a la reflexión de tu protagonista. Por ejemplo, en los episodios de “Se ha escrito un crimen”, la investigadora Jessica Fletcher repara en un detalle aparentemente trivial que la ayuda a dar con el culpable de cada asesinato.
  • El segundo emocional: la entrada de un nuevo estímulo provoca un cambio radical en las emociones de tu héroe. Esto se ve mucho en los niños, que pasan del llanto a la risa cuando ven una cara familiar, y que de inmediato reaccionan con ira si se les quiere alimentar a base de papilla de verduras.

Como ves, los segundos vienen cargaditos de vida. ¿Con qué historia los llenarás?

Cuando termines, puedes dejar el enlace a tu relato en la sección de comentarios. 😉