TALLER DE ESCRITURA

Taller de escritura: Al escondite inglés

¡Hola, amante de las palabras!

Hoy te propongo que juguemos al escondite a través de la escritura, ¿te animas? Aquí te ofrezco 7 posibilidades para que escojas entre ellas o escribas la que a ti te apetezca.

  1. Redacta un microrrelato de 140 caracteres que incluya la palabra “escondite”.
  2. Escribe un relato de entre 300 y 500 palabras en el que aparezca el escondite más peculiar que puedas inventar.
  3. Narra en un máximo de 1000 palabras la historia de un objeto que lleva mucho tiempo escondido a modo de monólogo interior.
  4. Escribe un cuento (de la extensión que tú quieras) en el que tu protagonista deba esconder sus pensamientos.
  5. Desarrolla una historia en la que aparezca el juego del escondite pero con las reglas cambiadas.
  6. Imagina que tu personaje principal logra acceder a su subconsciente. ¿Qué es lo que encuentra ahí escondido? ¿De qué forma están representados los pensamientos y las emociones? Construye una narración con lo que se te haya ocurrido.
  7. Crea un relato que tenga lugar en un país oculto a los mapas.

¿Qué te parecen? ¿Te están entrando ganas de alborotar con tus ideas?

Si es así, arrebújate en tu sillón o sofá favorito, ¡y a darle vueltas a tu historia cual lavadora en pleno centrifugado! 🙂

¡Feliz palabreo!

VIDA CREATIVA

Tu «yo» del espejo

¡Hola, amante de las palabras!

Hoy quiero hacerte una propuesta que dé rienda suelta a tu creatividad, y se me ha ocurrido que describas al personaje que habita al otro lado del espejo, ese que tanto se parece a ti… ¡Pero a la inversa!

Su nombre también es el tuyo del revés, y en su mundo todo está un poco patas arriba y los objetos funcionan de manera un poco enrevesada. Mi alter ego, por ejemplo, se llama Ediari (el reverso de Iraide) pero le gusta que la llamen E-Diary porque guarda sus pensamientos en un diario electrónico. 

Su blog se llama «Sitirbalap Aduga» y, en lugar de dar consejos de escritura y hacer propuestas creativas como hago yo en «Palabritis Aguda», le gusta proponer despropósitos y habla de todo lo que podrías estar haciendo en lugar de escribir. ¡Es una rebelde! 😉

Y tu alter ego, ¿cómo es? Para afinar tu descripción y dar rienda suelta a tu imaginación, te lanzo una serie de preguntas que podrías tener en consideración:

¿Con qué sueña? ¿Qué palabras le gustan? ¿Cómo es su casa? ¿Cómo viste? ¿Cómo se llama? ¿Qué aficiones tiene? ¿Cuál es su profesión? ¿Con quién vive? ¿Qué le hace reír? ¿Cuál es su relación contigo?

¡Feliz escritura! 🙂 

CONSEJOS DE ESCRITURA

3 lecciones clave de 2015

¡Hola, amante de las palabras!

Antes que nada, ¡feliz 2016! Espero que hayas tenido una magnífica entrada de año.

Por mi parte, estoy encantada de poder continuar palabreando junto a ti, y, para celebrarlo, quiero compartir contigo 3 lecciones que he aprendido a lo largo de 2015 y que pienso aplicar durante estos próximos doce meses.

El poder de la observación: Me encanta mirar a mi alrededor y darme cuenta de detalles cotidianos que podrían constituir el germen de un artículo, de un poema o de un relato.

Ha habido rachas en las que los he apuntado en un cuaderno, práctica que quiero afianzar porque me agrada mucho. A Writer’s Notebook, de Ralph Fletcher, fue el libro que me inspiró a llevarla a cabo. Hablaré de él con más profundidad en otro artículo.

La magia de crear una historia al día: Story A Day fue un reto divertido que me ayudó a generar y elaborar ideas a gran velocidad. Tener que escribir todos los días del mes de mayo el borrador de un cuento rebajó mi nivel de exigencia e hizo que acabara lo que había empezado y que las ocurrencias surgieran con más fluidez.

No todo lo que produje durante aquellos 31 días me gustó, pero hubo relatos con los que quedé muy contenta, y el hecho de que las consignas fueran muy variadas me ayudó a salir de mi zona de confort, por muy manida que suene esta expresión.

La necesidad de tener ideas en abundancia: Si me dices que escriba un relato sobre una casa, en seguida se me ocurrirán 100 maneras de abordarlo, pero de las 100 solo me convencerán 30 y como mucho 10 serán susceptibles de convertirse en una narración.

Con ello quiero decir que para crear textos originales es bueno ser exhaustivo en la búsqueda (con un límite, claro está, que si no nunca la daríamos por concluida), explorar un tema desde distintos puntos de vista y saber elegir aquellas ideas que sean jugosas y que den juego. 

Escribiré más a este respecto, pero de momento te aconsejo que leas este artículo sobre la importancia de tu brújula interior. Ella te indicará el camino a seguir.

¡Que 2016 nos salga tan palabrero como el año que le precede!

CONSEJOS DE ESCRITURA

6 tareas para ser una máquina de fabricar ideas

Uno de los regalos más bonitos que podemos hacernos es dejar libres a nuestras ideas: permitir que dialoguen entre sí, que se enreden y den lugar a asociaciones nuevas sin controlar demasiado el hilo de nuestros pensamientos.

Esto es de gran utilidad para los escritores, que además de incubar en nuestra mollera las tareas pendientes, las preocupaciones existenciales o los eventos de la jornada, también guardamos como oro en paño el argumento de una historia, el chiste que abrirá un monólogo, los rasgos de un personaje o la estructura de un poema.

La inspiración debe pillarte trabajando, sí, pero trabajar no solo consiste en enlazar palabras sobre el papel. También se extiende a otras actividades que, aunque sean pasivas en apariencia, gozan de un gran potencial creativo. He aquí una lista de las mismas (¡sírvete de ellas en la cantidad que a ti te apetezca!):

1. Pasear: Si optas por los paseos en soledad, te unes a las filas de muchos escritores y artistas que abogaban por el rítmico andar o por el vagar sin rumbo mientras a su paso absorbían impresiones visuales y acústicas.

La verdad es que las caminatas son un recurso fantástico que, además, puede tener lugar en entornos preciosos: parques, avenidas iluminadas por las luces de Navidad, playas, pueblos pintorescos… Tú decides el “cómo” y el “dónde”.

2. Sentarse en un banco: En ocasiones, esta acción suele ser un premio después de haber caminado mucho, ¡y bienvenida sea, sobre todo si va acompañada de un paquete de pipas!

Los bancos públicos, además de proporcionar descanso, nos convierten en espectadores cotillas del teatro cotidiano. Observamos al perrillo que corre alrededor de su dueño, a la chica que pasa a toda velocidad en bici, al niño que se cuelga de la mano de sus padres, a la cuadrilla de amigos que van soltando carcajadas… Además, nos permiten reflexionar de forma relajada mientras, a nuestro alrededor, el mundo se mueve.

Te recomiendo, por cierto, tener un cuaderno a mano por si descubres elementos (una frase, un sonido, una impresión visual) que puedan nutrir tus historias.

3. Ducharse: Los científicos deberían hacer un estudio sobre el poder de las duchas para abducir a quien entra en ellas. Por mucho que tengas la idea de que en diez minutos vas a estar fuera, una vez a remojo pierdes la noción del espacio y del tiempo. Eso les viene muy bien a las ideas que tenías enmarañadas en tus redes neuronales. Bajo el efecto del agua, se desinhiben y ves todo mucho más claro.

4. Fregar los platos: Cualquier tarea repetitiva ayuda a que la mente viaje lejos mientras las manos hacen su trabajo, así que, si te toca fregar, piensa que es por el bien de tu imaginación, que va a poder vagar a sus anchas (si tienes lavavajillas, opta por otra actividad que te guste más: ¿qué tal el punto, o los puzles?).

5. Mirar por la ventana (y si es con un buen café o té en la mano, mejor): La ventana es un palco desde el que asomarnos al mundo. A mí me gusta mucho hacerlo, ya sea para tomar el aire o para contemplar el trasiego de la calle, sobre todo cuando es de noche y casi todas las luces del vecindario están apagadas. Suele ayudarme a quedarme absorta en mis pensamientos. J

6. Tumbarse en la cama: Los momentos previos y posteriores al sueño son geniales para hacerte preguntas sobre tus proyectos artísticos y dejar que tus ideas vayan y vengan en un estado de duermevela. Además, soñar despierto mantiene a raya las preocupaciones “quitasueños”.

También está muy bien tumbarse en la cama o en el sofá a cualquier hora del día, y dedicar un rato a la vida contemplativa (es decir, a no hacer nada). En una sociedad tan obsesionada con la productividad nos hemos olvidado de las pausas nos ayudan a reflexionar, a darnos cuenta de que el mundo no se acaba si posponemos un poco nuestras obligaciones.

En resumen, cuando permites que tu cerebro deje de estar reconcentrado en la búsqueda obsesiva de soluciones, las ideas se acercarán a ti como polillas atraídas por la luz y querrán jugar unas con otras, plantear hipótesis imposibles y ayudarte a mirar el mundo con ojos renovados.

Por cierto, ¡aprovecho este artículo para desearte una muy feliz Nochebuena y una hermosa Navidad! 😀

CONSEJOS DE ESCRITURA, NANOWRIMO

Primera semana NaNoWriMera

¡Hola, amante de las palabras! 🙂

Es posible que, al igual que yo, acabes de sobrevivir a la primera semana del NaNoWriMo

¿Qué tal la experiencia? ¿Cómo te sientes? ¿Te gusta tu historia, o estás perdiendo el interés en ella? ¿Te cuesta ponerte, o estás deseando lanzarte a escribir? ¿Te sientes a gusto con el ritmo adquirido? ¿Buscas el apoyo de otros participantes, o prefieres ir más a tu aire? ¿Usas el teclado, o el boli? ¿Escribes a diario, o no tienes una rutina establecida? ¿Tratas de llegar a la media de 1667 palabras diarias? ¿Cómo de largas son tus sesiones? ¿Te has pegado algún atracón de escritura? ¿Tienes el argumento planificado, o prefieres que las ideas vayan viniendo a ti? ¿Estás escribiendo una historia de ficción o te has pasado tú también al modo rebelde?

Como puedes ver, son muchas las preguntas a las que puedes ir dando respuesta a medida que el reto avanza, y eso es bueno porque te permite conocer tu manera de trabajar e ir haciendo los ajustes necesarios sobre la marcha. 

Por mi parte, la experiencia está volviendo a ser positiva, y estoy siendo capaz de compaginarla con mi trabajo y con mis aficiones. No he escrito todos los días, pero estoy procurando no quedar ningún día por debajo del objetivo diario que fija la web.  Esto supone un pequeño acicate para darle continuidad al proyecto y no dejarlo aparcado durante demasiado tiempo (puedes ver cómo voy en la parte superior de la columna derecha de este blog). 

En cuanto a las sesiones de escritura, suelen rondar la hora, y la mayoría de las veces interrumpo el trabajo para ver cuánto he avanzado, aunque cuando más a gusto he estado es cuando he tecleado más de media hora seguida sin pararme a comprobar cómo iba el contador de palabras (para esto es muy útil recurrir a la técnica Pomodoro a través de aplicaciones como esta). 

Por último, me está ayudando mucho escribir a buena velocidad (unas 500 palabras en 10 minutos). Como lo que quiero es tener listo el borrador del texto y pulir después, puedo permitirme correr, y eso me ayuda a concentrarme mejor en lo que escribo y a avanzar mucho en poco tiempo. La desventaja de esta técnica es que resulta muy cansada y que no podría sostener ese ritmo frenético durante más de dos horas seguidas por el bien de mis pobres manos. 

De todos modos, ese es el método que me funciona a mí. ¿Cuál te funciona a ti? Estoy deseando que me lo cuentes en la sección de comentarios o mandándome un e-mail a iraidetalavera@gmail.com

NANOWRIMO

Un NaNoWriMo rebelde

Sí señor, lo confieso. He incumplido las normas. He cambiado de idea, mi brújula interna me lo ha pedido en el último momento. Y estoy encantada.

Este año, me he unido a las filas de los NaNoWriMos rebeldes, aquellos que en lugar de una novela vamos a escribir otro proyecto diferente. Algunos optan por ensayos, los habrá que se planteen desarrollar su tesis doctoral y quienes decidan sumar 50.000 palabras a base de borradores de artículos blogueros. Todas  ellas son opciones loables, pero la que más me ha atraído es la de la autobiografía

No sé por qué, fue leer la opción autobiográfica en los foros del NaNoWriMo y apetecerme como cuando te entran ganas de comprar gominolas antes de entrar al cine. Claro, que antes tuve qué pensar cómo organizarla, qué tono darle, y demás. Al final, me he decantado por las gominolas de pica-pica la autobiografía en clave humorística. Me ha parecido que esta alternativa podría ser un gustazo por las siguientes razones:

  1. No requiere de planificación previa porque me conozco el argumento de memoria.
  2. Me va a costar poco esfuerzo escribirla.
  3. Me va a permitir rescatar recuerdos de las cajoneras de mi mente.
  4. Me voy a reír bien a gusto.
  5. Me apetece darme el capricho.

No sé si cuando termine esta labor «nanowrimera» querré hacerla pública o si preferiré mantenerla privada, pero sé que mantendré las ganas de escribirla hasta que termine el mes.

Por eso, si aún no te has inscrito en el NaNoWriMo, o lo has hecho pero no tienes claro sobre qué escribir, te invito a que consideres esta opción. Puede servirle como regalo a tu niño interior y le darás a esta edición un toque de rebeldía, que nunca viene mal. 

Si esta alternativa no te convence del todo, te planteo otras posibilidades nada desechables:

  1. La biografía de alguien a quien quieres.
  2. La historia de tu familia.
  3. La biografía de un personaje inventado, de un objeto, de un lugar…
  4. Las entradas de un diario personal que dure todo el mes de noviembre.

¿Qué opinas? ¿Se te enciende la bombilla? 

Si ya has empezado el NaNoWriMo, quiero que me cuentes qué tal te ha ido este primer día. ¿Te está gustando la experiencia? ¿Cómo te sientes con respecto a tu historia y a la forma en la que la estás abordando? 

Siéntete libre de dejar tus comentarios debajo de este artículo.

¡Feliz escritura, amante de las palabras! 🙂

CONSEJOS DE ESCRITURA, NANOWRIMO

¡Vuelve el NaNoWriMo!

¡Hola, amante de las palabras!

Ya estamos en octubre, y eso significa que pronto hordas de niños nos amenazarán con aquello de truco o trato que queda menos de un mes para el inicio del NaNoWriMo. 😀

Si seguías las entradas de este blog el año pasado, recordarás cómo me embarqué en la aventura de escribir un borrador de novela de 50.000 palabras en un mes y superé el reto.

Dado que la experiencia fue muy positiva y que me encantó la posibilidad de interactuar con otros escritores, este noviembre repito con una nueva historia dirigida al público juvenil. Aquí puedes ver mi perfil y agregarme como amiga si quieres. 

Este año, de todos modos, voy a funcionar de forma ligeramente diferente. Mientras que el año pasado decidí no planificar en absoluto y dejar que la trama fuera floreciendo salvaje cual hierba trepadora, esta vez sí que estoy llevando a cabo una preparación: he escrito una sinopsis, he perfilado mis personajes y a partir de hoy iré desarrollando un resumen de cada una de las escenas desde el punto de vista de todos los personajes.

Esta forma de proceder la he extraído del software Novel Factory, y me está ayudando a desarrollar la paciencia y la perseverancia, así como a disfrutar del artesanal proceso de elaboración de la novela.

En cuanto al contenido de mi historia, solo te puedo desvelar que se llama “Un Leonardo moderno” y que el protagonista es un chico joven que guarda cierto parecido con Leonardo da Vinci. ¡Hasta aquí puedo leer (o escribir)! 😉

¿Y tú? ¿Te apuntas al NaNoWriMo? ¡Andaaaaa, porfaaaa, cuantos más seamos más divertido será! Solo tienes que entrar en la página principal y registrarte. ¡Facilísimo! 

P.D.: Si te unes, pásate por la comunidad de NaNoWriMo Spain que hay creada en Facebook. Encontrarás gente muy simpática que te ayudará y animará en el proceso de completar tu borrador y superar el reto.

TALLER DE ESCRITURA

Propuesta de escritura: Con un poco de azúcar…

Una de mis escenas favoritas de Mary Poppins es esa en la que la niñera ayuda a los niños a recoger su cuarto a base de chasquidos de dedos, gorgoritos y efectos especiales que hacen que los objetos vuelen. Lo que más me gusta de ella es el mensaje que afirma que cualquier actividad resulta más placentera «con un poco de azúcar» (hoy mismo lo he comprobado mientras planchaba al ritmo de la música). 

En la propuesta de escritura de hoy, quiero que ese azúcar se desparrame por tu historia, ya sea de forma literal o figurada. Aquí van una serie de sugerencias de te ayudarán a arrancar:

Tu historia se desarrolla en el país del azúcar: ¿Cómo es ese lugar? ¿Y sus habitantes? ¿Qué problemas vitales han de afrontar unos seres tan dulzones?

Tu relato está protagonizado por dos personajes empalagosos que se aman con vehemencia: ¿Cómo afecta ese carácter pegajoso y cansino a quienes les rodean? ¿Qué consecuencias tiene? ¿Les aguarda un final feliz, o van a correr la misma suerte que Romeo y Julieta o que Jack Dawson al final de Titanic?

Tu personaje principal vive en un mundo tristón e insípido: «Ay, qué gente más sosa y qué rutina más aburrida» es el pensamiento más recurrente de tu protagonista. ¿Qué hace para que las cosas cambien? ¿Lo logra?

Tu «prota» es adicto al dulce: Golosinas, bollos, chocolate… Da lo mismo, cualquier ingesta de glucosa es buena. ¿Qué consecuencias tiene esa debilidad por lo azucarado?

¿Se te va ocurriendo alguna idea? Coge un cuaderno, un boli, hazte con un terroncito de paciencia y a ver qué surge.

Recuerda que puedes dejar un enlace a tu texto en la sección de comentarios, o mandarlo por correo a palabritisaguda@gmail.com para colgarlo en una entrada futura. 🙂

¡Que disfrutes de la escritura, y lo siento si te han entrado ganas de comer algún manjar glaseado! 

CONSEJOS DE ESCRITURA

Santa paciencia

Pues sí: la paciencia es la madre de la ciencia (o eso dicen). Yo la he tenido más bien justita hasta hace poco, por lo menos en lo que respecta a la escritura. Tenía la peregrina noción de que los argumentos para un cuento, relato o novela tenían que brotar de mi mano por ciencia infusa porque aún no había descubierto el truquillo de la ceremonia del té

Puede que ahora mires a la pantalla con gesto interrogante y te preguntes a ver si me he vuelto japonesa y me dedico también al origami y al ikebana. Nada más lejos de la realidad, lo mío no es doblar papelitos ni el arreglo floral. Con lo de la ceremonia del té me refiero a la paciencia que se requiere para crear algo bonito y disfrutar del proceso al mismo tiempo.

Siguiendo con el símil, piensa en un té mal preparado: retiras el cazo antes de tiempo, no dejas que las hojas reposen los minutos necesarios porque te lo quieres beber ya… El resultado es un aguachirri que te tomas por no hacerle el feo a tu taza de «Mister Guonderful», y punto pelota.

Sin embargo, un buen té es alegre, te dan ganas de respirar su olor y tus papilas gustativas bailan la conga cuando paladeas su sabor. Lo mismo sucede cuando antes de sentarte a escribir te curras la idea, le das un par de vueltas a ese disparador creativo que has encontrado en internet, barruntas posibles tramas hasta que das con una que te motiva y que tiene un planteamiento, un nudo y un desenlace coherentes. 

Eso es lo que me pasó cuando participé en el reto Story a Day, que invitaba a escribir una historia diaria durante todo el mes de mayo. Me di cuenta sorprendida de que estrujarme la mollera en busca de un argumento no era tan complicado. A menudo me bastaba con 10 minutos e incluso con menos cuando empecé a cogerle el tranquillo.

Y las veces que no era así, solo tenía que esperar a que las ideas maceraran como las hojas de té, como explica este fenomenal artículo de Literautas.

¿Y tú? ¿Has sentido alguna vez la ansiedad de querer resultados rápidos en lo que respecta a la construcción de tus relatos o novelas? ¿Qué has hecho para ponerle remedio? Puedes contarme tu experiencia en la sección de comentarios. 

TALLER DE ESCRITURA

Propuesta de escritura: «Me ofende»

El protagonista de la propuesta de escritura de hoy se encuentra muy cabreado, airado y ofendido, y eso siempre crea problemas. He aquí una serie de ideas para que te salga una historia deliciosamente enfadada:

  • A tu personaje principal le agobian cuestiones que otras personas consideran irrelevantes. Por ejemplo, odia el ruido del metro cuando llega a la estación, o el olor a pan que sale de las panaderías, el color de los semáforos o las tiendas que anuncian artículos rebajados. En definitiva, se trata de una persona tiquismiquis y un poco neurótica que sufre mucho con esas molestias cotidianas. ¿Qué hace para que dejen de incordiarle?
  • Tu héroe se siente ofendido por otra persona e inicia con ella una discusión que cada vez se vuelve más acalorada, o más cómica, o más surrealista. ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Cómo termina ese rifirrafe?
  • A tu protagonista le ofende algo que él mismo (o ella misma) ha hecho, y se siente incapaz de perdonarse. ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Tiene alguna forma de enmendar su error?
  • Tu personaje principal es incapaz de montar en cólera por mucho que los que le rodean lo intenten, hasta que un evento logra alterarle. ¿Qué es lo que sucede?
  • Tu protagonista está hasta el gorro de enojarse porque ese sentimiento le disgusta, le hace sentir mal. ¿Encontrará el remedio para no volver a exasperarse nunca?

Como ves, la ira da lugar a todo tipo de conflictos que desean ser resueltos. Está en tu mano hacerlo con un cuaderno y un boli o con una pantalla y un teclado.

Una vez acabes tu historia, puedes poner un enlace a la misma en la sección de comentarios.

¡Ánimo y a por ello!