¡Hola, amante de las palabras! ¡Ya estamos a jueves!
La propuesta de escritura de hoy gira en torno a un objeto que está para el arrastre… Cuando lleva ruedas. Se trata de la maleta, que seguro has llenado más de una vez, para luego cargarla hasta tu destino y vaciarla en un nuevo lugar.
¡Qué de historias atesora una maleta, además de ropa y libros! He aquí una serie de sugerencias para que puedas rendirle homenaje a través de un relato:
- Piensa en un el viaje que hace una valija desde su punto de vista (y sin desvalijarla). Puede ser un recorrido en avión, en autobús, en coche, en barco, a pie…
- Haz una lista con los contenidos de una maleta y úsalos como hilo conductor de tu narración. ¿Qué dicen de tu personaje? ¿Hay algún objeto que destaque? ¿Hay algo que tu protagonista eche en falta?
- Cuenta una historia sobre una maleta perdida. ¿Se llega a saber lo que contiene? ¿Qué ocurre a partir de ahí?
- Escribe la conversación entre una maleta muy curtida, de esas deshilachadas llenas de pegatinas y sellos que muestran los lugares que ha recorrido, y una maleta por estrenar.
- Narra una historia de amor en la que aparezca una maleta. O una de miedo. O una fantástica. O de ciencia-ficción.

- ¿Cómo sería un cuento titulado «la maleta sabihonda»? ¿Y «la maleta aburrida»? ¿Y «la maleta musical»?
- Vamos a aplicar el binomio fantástico de Rodari y a juntar la palabra «maleta» con otra muy dispar. Veamos… ¿Qué tal «dinosaurio»? ¿Qué historia saldría a partir de esas dos palabras?
Si te animas con una de estas ideas (o con una que a ti te apetezca más), puedes poner un enlace a tu relato en la sección de comentarios. ¡Estaré encantada de leerte!
Te espero el domingo con un nuevo artículo. Mientras tanto, puedes jugar a diario con mis preguntas disparatadas en mi página de Facebook.
¡A palabrear! 🙂
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