CONSEJOS DE ESCRITURA

Santa paciencia

Pues sí: la paciencia es la madre de la ciencia (o eso dicen). Yo la he tenido más bien justita hasta hace poco, por lo menos en lo que respecta a la escritura. Tenía la peregrina noción de que los argumentos para un cuento, relato o novela tenían que brotar de mi mano por ciencia infusa porque aún no había descubierto el truquillo de la ceremonia del té

Puede que ahora mires a la pantalla con gesto interrogante y te preguntes a ver si me he vuelto japonesa y me dedico también al origami y al ikebana. Nada más lejos de la realidad, lo mío no es doblar papelitos ni el arreglo floral. Con lo de la ceremonia del té me refiero a la paciencia que se requiere para crear algo bonito y disfrutar del proceso al mismo tiempo.

Siguiendo con el símil, piensa en un té mal preparado: retiras el cazo antes de tiempo, no dejas que las hojas reposen los minutos necesarios porque te lo quieres beber ya… El resultado es un aguachirri que te tomas por no hacerle el feo a tu taza de «Mister Guonderful», y punto pelota.

Sin embargo, un buen té es alegre, te dan ganas de respirar su olor y tus papilas gustativas bailan la conga cuando paladeas su sabor. Lo mismo sucede cuando antes de sentarte a escribir te curras la idea, le das un par de vueltas a ese disparador creativo que has encontrado en internet, barruntas posibles tramas hasta que das con una que te motiva y que tiene un planteamiento, un nudo y un desenlace coherentes. 

Eso es lo que me pasó cuando participé en el reto Story a Day, que invitaba a escribir una historia diaria durante todo el mes de mayo. Me di cuenta sorprendida de que estrujarme la mollera en busca de un argumento no era tan complicado. A menudo me bastaba con 10 minutos e incluso con menos cuando empecé a cogerle el tranquillo.

Y las veces que no era así, solo tenía que esperar a que las ideas maceraran como las hojas de té, como explica este fenomenal artículo de Literautas.

¿Y tú? ¿Has sentido alguna vez la ansiedad de querer resultados rápidos en lo que respecta a la construcción de tus relatos o novelas? ¿Qué has hecho para ponerle remedio? Puedes contarme tu experiencia en la sección de comentarios.