VIDA CREATIVA

Un calendario inventado

¡Hola, amante de las palabras!

Hoy estreno una sección titulada «Vida creativa», en la que te propondré ejercicios con los que estimular tu ingenio y expandir tu imaginación, dos cualidades muy útiles no solo para quienes nos dedicamos al noble arte de encadenar palabras, sino para cualquier persona que quiera abordar un proyecto personal o profesional de manera novedosa. 🙂 

Mi propuesta de hoy es que te inventes un calendario. Ya tenemos muy visto ese que empieza en enero y termina en diciembre y tiene un bisiesto cada cuatro años, así que… ¿Por qué no crear otro que se adapte a tus gustos? 

Calendario

He aquí una serie de preguntas para alimentar tu lluvia de ideas:

  • ¿Cuánto tiempo abarca tu calendario?
  • ¿Está dividido en partes (estaciones, meses, ciclos lunares…)?
  • ¿Cómo se llaman dichas partes? 
  • ¿Hay días festivos? ¿Cuáles?
  • ¿Qué festividades hay?
  • ¿Es un calendario compartido, o solo se aplica en algún lugar concreto o en una profesión concreta?
  • ¿Quién creó ese calendario?
  • ¿Cuándo se creó?
  • ¿Dónde se creó?
  • ¿Es un calendario regular, o caótico? 
  • ¿Qué ocurre el primer día del calendario? ¿Y el último?
  • ¡Seguro que a ti se te ocurren más preguntas!

Si después de explorar todas las posibilidades que te vengan a la cabeza das con un calendario que te gustaría compartir, puedes escribir sobre él en tu blog y dejar un enlace en la sección de comentarios de este artículo.

Y, si te animas, ¡hasta puedes confeccionarlo y colgar tu propio almanaque en la pared! 😀

CONSEJOS DE ESCRITURA, NANOWRIMO

Mi experiencia con el NaNoWriMo 2015

¡Hola, amante de las palabras!

Antes que nada, pedirte disculpas por mi ausencia durante estas semanas. He pasado el mes de noviembre dando vueltas a distintos proyectos  y he descuidado la rutina semanal de escribir un artículo aquí. 

Además de eso, ¡he superado el reto del NaNoWriMo por segunda vez consecutiva! Estoy muy contenta, aunque he de reconocer que este año el proceso ha sido un poco raro. En lugar de escribir un número homogéneo de palabras por día, ha habido muchos días durante los cuales no he escrito nada, ¡y un par de días en los que he superado las 10.000 palabras (y he acabado con las muñecas hechas polvo)!

¿Por qué he escrito de esta manera?

Supongo que, por un lado, el NaNoWriMo ya no era una novedad para mí y, por ello, no me generaba tanto entusiasmo como en 2014.

Por otro, andaba barajando otros posibles proyectos y tenía ganas de dedicarme a mis otras aficiones (dibujar, hacer manualidades, tocar el piano…), así que no le he dado demasiada prioridad

Debo añadir que confiaba en mi capacidad de teclear a toda velocidad y cumplir el reto a tiempo. Además, me hacía ilusión saber cuántas palabras podía escribir en un día. 😀 

Por suerte, el contenido de la novela me motivaba lo suficiente para continuar, hasta el punto de que los dos días que no hice otra cosa que escribir me costaba despegarme del ordenador porque la narración me había absorbido por completo.

Writing frenzy

¿Qué he aprendido de la experiencia?

He descubierto que las prioridades varían. Puede que un año te encante tu historia y quieras dedicarte a ella en exclusiva durante el mes de noviembre, y que otro te pille con el ánimo más disperso y prefieras compaginarla con otros proyectos y hobbies.

Por otro lado, me he dado cuenta de que cada uno tiene su manera de organizarse y de que todas son perfectamente lícitas. Puedes escribir el borrador a pequeños incrementos y no fallar ni un día, o pegarte atracones cuando la fecha límite se acerca, y obtener el mismo resultado (la segunda opción es más difícil en la fase de revisión por el nivel de concentración que supone).

Para finalizar, he llegado a cuestionarme la necesidad de imponerme fechas límite para la consecución de un proyecto de escritura (o de cualquier otro tipo). Si bien te pueden servir de acicate para terminar una actividad que tenías aparcada, también pueden resultar agobiantes si en el camino surgen otras obligaciones u oportunidades con las que no habías contado.

Dicho esto, estoy muy contenta de haber vuelto a ser parte de la aventura «nanowrimera». 😀 

Y tú, ¿has participado este año? ¿Has llegado a las 50.000 palabras? ¿Qué has sacado de la experiencia? ¡Estaré encantada de leer tus comentarios!

NANOWRIMO

Un NaNoWriMo rebelde

Sí señor, lo confieso. He incumplido las normas. He cambiado de idea, mi brújula interna me lo ha pedido en el último momento. Y estoy encantada.

Este año, me he unido a las filas de los NaNoWriMos rebeldes, aquellos que en lugar de una novela vamos a escribir otro proyecto diferente. Algunos optan por ensayos, los habrá que se planteen desarrollar su tesis doctoral y quienes decidan sumar 50.000 palabras a base de borradores de artículos blogueros. Todas  ellas son opciones loables, pero la que más me ha atraído es la de la autobiografía

No sé por qué, fue leer la opción autobiográfica en los foros del NaNoWriMo y apetecerme como cuando te entran ganas de comprar gominolas antes de entrar al cine. Claro, que antes tuve qué pensar cómo organizarla, qué tono darle, y demás. Al final, me he decantado por las gominolas de pica-pica la autobiografía en clave humorística. Me ha parecido que esta alternativa podría ser un gustazo por las siguientes razones:

  1. No requiere de planificación previa porque me conozco el argumento de memoria.
  2. Me va a costar poco esfuerzo escribirla.
  3. Me va a permitir rescatar recuerdos de las cajoneras de mi mente.
  4. Me voy a reír bien a gusto.
  5. Me apetece darme el capricho.

No sé si cuando termine esta labor «nanowrimera» querré hacerla pública o si preferiré mantenerla privada, pero sé que mantendré las ganas de escribirla hasta que termine el mes.

Por eso, si aún no te has inscrito en el NaNoWriMo, o lo has hecho pero no tienes claro sobre qué escribir, te invito a que consideres esta opción. Puede servirle como regalo a tu niño interior y le darás a esta edición un toque de rebeldía, que nunca viene mal. 

Si esta alternativa no te convence del todo, te planteo otras posibilidades nada desechables:

  1. La biografía de alguien a quien quieres.
  2. La historia de tu familia.
  3. La biografía de un personaje inventado, de un objeto, de un lugar…
  4. Las entradas de un diario personal que dure todo el mes de noviembre.

¿Qué opinas? ¿Se te enciende la bombilla? 

Si ya has empezado el NaNoWriMo, quiero que me cuentes qué tal te ha ido este primer día. ¿Te está gustando la experiencia? ¿Cómo te sientes con respecto a tu historia y a la forma en la que la estás abordando? 

Siéntete libre de dejar tus comentarios debajo de este artículo.

¡Feliz escritura, amante de las palabras! 🙂