CONSEJOS DE ESCRITURA

Ejercicio de escritura: Tu fin de semana ideal

¡Hola, amante de las palabras! 😀

Hoy te traigo un nuevo ejercicio de escritura va a despertar tus cinco sentidos y que te va a hacer desear (más aún) que el fin de semana llegue cuanto antes. 

Mi propuesta es que pienses en qué forma tiene tu fin de semana ideal: ¿es redondo? ¿cuadrangular? ¿piramidal? ¿rocambolesco y helicoidal? 

¿Qué olores tiene? Tal vez tenga aroma de lavanda, o de papel de periódico y café recién salido de la cafetera. Quizá tenga un sabor frío, o una textura cálida y hogareña. Puede que sea reposado y abullonado, o quizá esté agitado y aproveche cada minuto. O puede que sea todo eso y más, que para eso es tu fin de semana ideal. ¡Tú decides! 😀 

Si quieres, puedes compartir tus hallazgos conmigo a través del siguiente formulario (todas las casillas son opcionales, excepto la correspondiente al nombre). Si me das tu consentimiento, iré publicándolos poco a poco en el blog a través de una página que crearé para dicho fin. 

¡Feliz palabreo!

CONSEJOS DE ESCRITURA

10 formas de llenar tu cuaderno de escritor

Me encantan los cuadernos. Es un vicio al que no me resisto, y a menudo les invento usos rocambolescos con tal de comprármelos, aunque luego, llevada por el caos y la entropía, los utilice cada día para algo distinto.

Por eso, cuando descubrí A Writer’s Notebook, de Ralph Fletcher, sentí una inmediata corriente de simpatía hacia el autor. Alguien que ama escribir a mano tiene muchas papeletas para ser una persona de bien. 😛

En su libro explica cómo los escritores, además de vivir la realidad, reaccionan ante ella, la conciben como una fuente de inspiración, y no se resisten a plasmar sus observaciones en el papel. Estas pueden ser de muchos tipos, pero a continuación te traigo las 10 categorías que él enumera:

Hechos o historias que te emocionan, sorprenden o afectan de algún modo

Hay personas que se sienten eufóricas en mitad de un festival de rock o que contemplan un cuadro en actitud compungida pero puede que a ti ambas situaciones te dejen indiferente. Cada persona es un mundo y precisamente por eso es bueno que prestes atención a aquellos temas que te remueven por dentro y a la razón particular por la que lo hacen.

Preguntas que despiertan tu curiosidad

¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Cuánto tiempo tiene que estar cociéndose un huevo en el cazo? ¿Qué pasaría si el cielo fuese verde y la hierba azul? ¿Cuántas hormigas hay trabajando a la vez en un hormiguero? Las preguntas nos activan, nos convierten en exploradores de una vida llena de interrogantes grandes y pequeños. ¿Qué te preguntas tú?

Detalles, detalles everywhere

 ¡Ay, los detalles! Prestarles atención es como ver la vida en alta definición, y te permite darte cuenta de que hay tanto entretenimiento en una tarde en la playa como en las filigranas de una taza de café. Todo depende del observador, como diría Heisenberg con su principio de incertidumbre. Además, los detalles son evocadores: ese abrigo al rojo al que le faltaba un botón, esa estantería que parecía verde cuando le daba el sol… Ser preciso te permite imaginar con mayor nitidez. 

Semillas de ideas

En un cuaderno también se pueden guardar ideas para historias, o elementos aleatorios que pudieran dar lugar a las mismas. Por ejemplo, imagínate que ves una nube con forma de llave. Es una imagen al azar, pero puede dar lugar a un cuento sobre un grupo de nubes que adoptan formas distintas para transmitirle un mensaje en clave al protagonista, o sobre una nube que sin querer resuelve un misterio. ¡Tú guarda la idea y tu creatividad pondrá el resto cuando toque!

Fotografías mentales

 Es un poco lo mismo que prestar atención al detalle, pero más sensorial si cabe. A veces hay escenas que te gustaría grabar con los cinco sentidos. Por eso está bien poder apuntar unas pocas palabras clave que luego te permitan desarrollar lo experimentado con más lujo de detalles. Si las quieres enriquecer más todavía, puedes recurrir a los símiles: «eso suena como…», «eso se parece a…». Por ejemplo, podrías escribir que “sus dedos de los pies parecían un grupo de percebes indefensos” o que “ su voz sonaba como un Pikachu al que le hubieran pisado la cola”.

Conversaciones

Si te va el cotilleo (y si no también) una gran idea es pescar fragmentos de diálogo en supermercados, cafeterías, cines, el autobús… A veces la gente te sorprende con comentarios de lo más inverosímiles (mientras no te sorprensa espiando…). Esto viene de perlas para la caracterización de personajes.

Listas

Sé que hay gente que es muy fan de esta modalidad, y no solo los creadores de catálogos. Los hay que enumeran sus lecturas y películas favoritas, lo que tienen que comprar en el súper… Lo bueno de las listas es que gracias a ellas puedes acceder a lugares olvidados de tu memoria. Por ejemplo, si te pido que recuerdes 25 juguetes que te entretenían en la infancia es probable que te venga a la mente alguno del que no te acordabas desde hace años. Al final, las listas encarrilan las ideas, las obligan a concentrarse en cierto punto como si fueran moléculas de aire comprimidas por una jeringuilla.

Recuerdos

 La memoria guarda cajas y cajas en su trastero, y no viene mal abrirlas de vez en cuando para ver lo que esconden, ni es mala idea escribir sobre ello después

Diario personal o cartas

 Tus pensamientos también pueden ir en este cuaderno, si te apetece. ¿Y quién dijo que todas las cartas han de ser mandadas, o que hay que escribir a destinatarios reales? Sea como desahogo o como forma de escarbar en tu mollera en busca de ideas inspiradoras, te recomiendo darle una oportunidad a este apartado. 🙂 ¡Nunca se sabe cuándo se habrá de convertir en material literario!

Palabras escritas por otros

Frases de grandes pensadores, fragmentos de novelas, de cuentos, de poemas, de canciones, de películas… Todo eso puede ir incorporado a tu cuaderno y enriquecerlo. Será un buen contrapunto de tus propias anotaciones, como si distintas voces estuvieran hablando sobre el papel.

¿Qué te han parecido estas 10 maneras de llenar un cuaderno de escritor o escritora? En el artículo del próximo domingo te contaré qué hacer con ellas una vez están escritas.

¡Feliz palabreo!

VIDA CREATIVA

Tu «yo» del espejo

¡Hola, amante de las palabras!

Hoy quiero hacerte una propuesta que dé rienda suelta a tu creatividad, y se me ha ocurrido que describas al personaje que habita al otro lado del espejo, ese que tanto se parece a ti… ¡Pero a la inversa!

Su nombre también es el tuyo del revés, y en su mundo todo está un poco patas arriba y los objetos funcionan de manera un poco enrevesada. Mi alter ego, por ejemplo, se llama Ediari (el reverso de Iraide) pero le gusta que la llamen E-Diary porque guarda sus pensamientos en un diario electrónico. 

Su blog se llama «Sitirbalap Aduga» y, en lugar de dar consejos de escritura y hacer propuestas creativas como hago yo en «Palabritis Aguda», le gusta proponer despropósitos y habla de todo lo que podrías estar haciendo en lugar de escribir. ¡Es una rebelde! 😉

Y tu alter ego, ¿cómo es? Para afinar tu descripción y dar rienda suelta a tu imaginación, te lanzo una serie de preguntas que podrías tener en consideración:

¿Con qué sueña? ¿Qué palabras le gustan? ¿Cómo es su casa? ¿Cómo viste? ¿Cómo se llama? ¿Qué aficiones tiene? ¿Cuál es su profesión? ¿Con quién vive? ¿Qué le hace reír? ¿Cuál es su relación contigo?

¡Feliz escritura! 🙂 

TALLER DE ESCRITURA

Propuesta de escritura: La puerta

La consigna de escritura de hoy está sacada del libro Saca al escritor que llevas dentro. Su autora es Iria López Teijeiro, promotora del proyecto Literautas.

Su premisa es que imagines una puerta cerrada con todo lujo de detalles, y que después sitúes al personaje que tú elijas en la escena, a punto de abrirla y ver qué o quién hay al otro lado. Ese sería el inicio de tu historia.

puerta antigua

 

La magia de este disparador creativo es que las puertas pueden esconder secretos y conducirnos a lugares insospechados. Es lo que ocurre, por ejemplo, en El libro de los portales, novela de Laura Gallego. 

Además, cada puerta es diferente. Varían en color, en tamaño, en forma, en función… Desde una gatera hasta la entrada a un castillo, todas ellas responden a la misma categoría semántica.

Por eso, te propongo que para hacer el ejercicio elabores una lista de 25 tipos de puertas. Hazlo sin pensar demasiado, deja que vayan fluyendo las ideas. Si puedes extenderla hasta 50, estupendo, y, si te sientes en racha, intenta llegar hasta 100. Por si te inspira, te enumero diez de las que se me han ocurrido:

1. Puerta de nevera roja, estilo años 50. 

2. Puerta de cocina, de las que tienen vidriera.

3. Puerta en miniatura, como las de las casitas que dibujan los niños.

4. Puerta que emula ser una estantería pero que en realidad es una entrada a un lugar secreto.

5. Puerta de cajero automático.

6. Puerta enrejada de colegio que los alumnos no quieren traspasar.

7. Puerta de iglesia, antigua y difícil de empujar.

8. Puerta de avión, que solo se abre cuando los pasajeros llegan a su destino.

9. Puerta dimensional que te traslada a universos estambóticos.

10. Puerta giratoria de hotel de lujo.

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